martes, 31 de julio de 2012

Como lluvia de oro

La ola va y viene,
siempre la misma, siempre distinta,
rompe en silencio contra la orilla
arrulla mi cama, que el viento mece,
envuelve la vida y cobija a los sueños.

Las rocas palpitan, las gotas se esconden
mientras el maestro dirige la música inconclusa,
sinfonía infinita con ritmo de siempre, con voces de nunca.

Los peces nadan en el cielo,
la luna se baña en el agua.
El cielo y la tierra, la sal y la arena,
me ducho en el sol,
estoy viva de nuevo.

(...)

Como lluvia de oro sobre mis manos,
mis pies descalzos en la arena,
remando al viento
y mi pelo salvaje enredado,
mojado y dorado.

Mis ojos se abren y
mi corazón escapa.
Mi cuerpo gira y danza,
el aire mueve mi vestido.

Y yo río al cielo y al sol
sí, ¡al sol! Risa feliz
que ellos devuelven, porque
me aman.

(22/07/97)

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