La mano creadora

Hace casi un año,

medio siglo que estás dormida,

hoy despierta al fin la mano creadora,

duda y tiembla como siempre,

es la mía.

 

Hace tanto tiempo pero

yo no te he olvidado.

Despiertas al fin del letargo

y aún no se si será bueno.

No se si es la hora de soñar,

de escribir o de llorar;

se que has despertado,

no preguntes el porqué, nadie sabe ni contesta,

lo cierto, cierto es,

está ahí para ser visto

u ocultarlo a la vista.

Surge ahora con la fuerza de antaño,

fue un paréntesis sin intención,

lo importante no es volver,

lo importante es seguir, andar y no parar,

caminar hacia delante.

La mano creadora despertó,

por fin puedo dormir yo,

pues tú velarás mi sueño

como un tiempo yo velé el tuyo.

Amor, tú y yo lo conocemos,

sabemos dónde no está,

sabemos que no existe,

y aún así has desperado.

Por eso me haces feliz

y me ayudas a seguir,

que lo importante no es volver

si no continuar con el poder.

He soñado muchas veces que dormías

para siempre.

Ya vuelves a mi lado,

aunque sólo sea un momento.

No me importa, ya no sufro,

se que puedes sobrevivir,

necesitaba saber que la mano de dios,

mi mano,

puede sobrevivir y seguir

El día es mi testigo,

un siglo ya pasó,

quedan muchos por delante,

no importa, seguiré andando,

llorando o riendo,

con los ojos abiertos o huidizos,

con color azul o negro,

viviendo siempre despacio,

como despacio estoy muriendo.

Si miras hacia atrás ya no se si me verás,

yo anhelo el encontrar

tu aliento otra vez con mis dedos,

los dedos de dios, mis dedos.

Hablo, pienso, no puedo parar,

mi meta es continuar,

la tuya es seguir despierta,

siempre que no estés durmiendo.

Gracias por volver,  por ayudarme

eres la mano de Dios,

mi mano.

(22/04/97)