lunes, 6 de agosto de 2012

Tendemos puentes que no se pueden cruzar

Tendemos puentes que no se pueden cruzar,
abrimos puertas que no se traspasan,
vano intento de vestir con inocencia
nuestra infinita crueldad.
 
Decimos y no hacemos, pensamos y callamos,
mentimos al hablar y herimos al callar,
si nos movemos es por inercia, nunca por llegar
no amamos porque queremos sino por querer amar.

Y la insatisfacción nos invade.
Y aún preguntamos ¿por qué? ¿por qué?

Una lágrima es un sueño roto, un corazón solo.
Y a pesar de dar las gracias y ofrecer la mano,
la soledad es emboscada, no hay salida ni triunfo.

¿Qué esperar de la vida si es robada?
¿Por qué temer al descanso, bendito descanso?

(06/02/08)

No hay comentarios:

Publicar un comentario