sábado, 8 de septiembre de 2012

Jack Mircala

Caí y fui ver el "Códice Calixtino" aprovechando una visita a Santiago de Compostela y su catedral. Nada reseñable ahí, un libro antiguo en un idioma que ya nadie habla y en el que al parecer el autor se despacha a gusto con los habitantes de la península, él, tan francés y refinado. Un libro que además antes no interesaba a nadie más que a algún estudioso pero que tras su paso por la tele, como cualquier concursante de Gran Hermano, ha adquirido la fama suficiente como para que pacientes turistas aguanten cola como si el libro de verdad les interesara.

Y mientras las autoridades continúan dirimiendo si el robo fue finalmente por encargo o fruto de la estupidez humana (ya lo dicen nuestros mayores "la avaricia rompe el saco", ¿eh, sr. Urdangarin?), lo que yo en realidad quería comentar es que al lado de esa exposición encontré por casualidad otra que me encantó. El nombre no me decía nada: "Compostela. Imaginería". Al principio creí que se trataba de papiroflexia, pero luego comprobé que iba más allá. Eran representaciones de figuras de santos cristianos con toda su particular iconografía, y únicamente conseguidas con cartulina de colores y pegamento, a un nivel de detalle, realismo y creatividad alucinantes. Me sorprendió y me encantó. Apunté el nombre del artista, Jack Mircala, uno de esos agradables descubrimientos que te alegran el día, para buscarlo más tarde en internet.


Como los aficionados a Tim Burton deben de saber, Jack Mircala no puede ser otra cosa que un pseudónimo. Me apunto para tarea de otoño la última obra del ilustrador y escritor de cuentos español que se esconde detrás. He leído que el título es "Pentagonia" y seguro que será una delicia. Las referencias al universo de Burton o de Poe  en las obras de este autor son muy palpables, por lo que me resulta atractivo ya de entrada, pero es que además la técnica utilizada me cautiva.

A veces se encuentran nuevos intereses e inquietudes de las formas más insospechadas.


1 comentario:

  1. Impresionante la exposición, sí!yo la descubrí por casualidad este verano cuando llegué como peregrina a Santiago. Una experiencia de 10 altamente recomendable!Recuerdo los ojos de los Santos, abiertos y expresiovos, cada uno distinto a los demás y me pareció precioso poder disfrutar de algo tan básico en nuestras vidas como el papel, dando vida a imagenes con vida propia. Es la magia del Camino que hace que vuelvas a ilusionarte como un niño antes cualquier pequeño detalle ;)

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