viernes, 30 de noviembre de 2012

Manta de juegos

Este año por fin me compré la máquina de coser que quería y éste es el primer trabajo que hice con ella (aunque las aplicaciones de fieltro las cosí a mano, porque me parece que quedaban más chulas): una mantita-alfombra de juegos acolchada para mi sobrina. 

Ahora que ya camina, no la necesita, pero cuando era más bebé, mi sobri ha pasado ahí muchas horas. Siempre es un placer ver que se le saca partido a las cosas que haces con cariño.







domingo, 25 de noviembre de 2012

Castillo de pañales

Este es el castillo de pañales que le hice a mi sobrina cuando nació. Había visto unos muy bonitos y pensé que mejor que comprarlo era intentar hacer uno. Dentro le metí globos, una mochila con productos infantiles, un peluche y el montón de pañales que sobraba. Lo más difícil no fue hacerlo sino embalarlo luego con plástico transparente. Le puse una base de cartón dorada para poder trasladarlo.








Como aún tenía pañales, empecé a improvisar. El tiovivo es un ejemplo.






lunes, 19 de noviembre de 2012

Bolsa de tela

Aquí está la bolsa que he hecho para llevar mis cosas de patchwork.

Técnica: patchwork y aplicaciones











sábado, 17 de noviembre de 2012

Tarta de queso


Ingredientes:

  • ½ paquete galletas Granola
  • 2 vasos de leche
  • Trocitos de quesos variados
  • 2 yogures griegos
  • 4 hojas de gelatina
  • Mermelada de frutos rojos
  • Mantequilla y caramelo líquido


Preparación:





Mezclar las galletas Granola desmigadas junto con una cucharada de mantequilla (se puede añadir un chorrito de caramelo liquido).

Para la crema de queso poner dos vasos de leche al fuego bajo en un cazo y añadir 12 quesitos y los quesos que tengamos. Yo usé un trocito de queso de cabra y otro de queso Roquefort además de 2 yogures griegos. Si no se deshace bien, habrá que usar la batidora. Por último poner cuatro hojas de gelatina previamente remojadas en agua.

Una vez templado verter la mezcla sobre un molde desmoldable forrado con las galletas.

Después de unas dos horas en la nevera se le puede poner la mermelada por encima. La de frutos rojos le va perfecta aunque yo en esta ocasión utilicé una de moras.









viernes, 16 de noviembre de 2012

Starter

Una idea para empezar una comida:

  • El volován de hojaldre está relleno con queso de untar a las finas hierbas. El pepinillo fue un "afterthought".
  • El trocito de de paté va acompañado de confitura de arándanos.
  • En la cucharita pusimos una ensalada fresca de naranja,  granada y piñones con una vinagreta ligera.
  • Un par de rodajitas de pan tostado para el paté y ¡listos para pedir el plato principal!





jueves, 15 de noviembre de 2012

Alice in Wonderland


By this time she had found her way into a tidy little room with a table in the window, and on it (as she had hoped) a fan and two or three pairs of tiny white kid gloves: she took up the fan and a pair of the gloves, and was just going to leave the room, when her eye fell upon a little bottle that stood near the looking- glass. There was no label this time with the words «DRINK ME,» but nevertheless she uncorked it and put it to her lips. «I know something interesting is sure to happen,» she said to herself, «whenever I eat or drink anything; so I'll just see what this bottle does. I do hope it'll make me grow large again, for really I'm quite tired of being such a tiny little thing!



It did so indeed, and much sooner than she had expected: before she had drunk half the bottle, she found her head pressing against the ceiling, and had to stoop to save her neck from being broken. She hastily put down the bottle, saying to herself «That's quite enough—I hope I shan't grow any more—As it is, I can't get out at the door—I do wish I hadn't drunk quite so much!
Alas! it was too late to wish that! She went on growing, and growing, and very soon had to kneel down on the floor: in another minute there was not even room for this, and she tried the effect of lying down with one elbow against the door, and the other arm curled round her head. Still she went on growing, and, as a last resource, she put one arm out of the window, and one foot up the chimney, and said to herself «Now I can do no more, whatever happens. What will become of me?
Lewis Carroll,  1865



 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Cojines

Técnica: punto de cruz y ganchillo (el cojín de la izquierda)

El cojín de la derecha era una especie de tapete que hizo mi tío cuando yo era pequeña con una especie de telar que no he vuelto a ver. Estuvo dando vueltas medio tirado hasta que lo rescaté y le puse relleno para convertirlo en un cojín. Me gustaría recuperar esa técnica para pobrar alguna cosa más.




Técnica: ganchillo

Es el primer cojín que hice, yo debía tener unos 11 años y la elección tan desafortunada de colores no me la explico. No me gusta demasiado, la prueba es que aún no lo he rellenado (no sabría dónde colocarlo) pero le tengo cierto cariño y ahí anda, de armario en armario, hasta que un día encuentre su destino, porque todas las cosas lo tienen.





lunes, 12 de noviembre de 2012

Tarta dos chocolates





TARTA DOS CHOCOLATES

Ingredientes:

  • 1 tableta de chocolate negro para postres (250 gr.)
  • 2 tabletas de chocolate blanco (250 gr.)
  • 1/2 litro de leche
  • 1/2 l nata
  • 2 sobres de cuajada
  • 75 gr. azúcar
  • Una cucharada de mantequilla


Preparación:

Se trituran las galletas con la mantequilla fundida y se forra un molde desmontable. Se puede meter en la nevera para que se endurezca.

En un cazo a fuego lento se echa la tableta de chocolate negro, el azúcar, la mitad de la leche y de la nata y un sobre de cuajada. La mezcla se vierte en el molde y se deja cuajar del todo en la nevera.

Hacer lo mismo con el chocolate blanco (pero sin azúcar, ya es suficientemente dulce). Verter sobre la capa anterior ya cuajada y de nuevo meter en la nevera.



domingo, 11 de noviembre de 2012

Tapetes de ganchillo

Esta es una selección de tapetes a ganchillo que he ido haciendo con los años. El ganchillo es una de las actividades más relajantes que conozco, tanto que como en este caso puedo hacer cosas que nunca voy a usar, sólo por el placer de hacerlas, ya que el tapete clásico no es un accesorio que me guste en decoración.




 

sábado, 10 de noviembre de 2012

Técnicas de influencia

En la intención de influir buscando un cambio en la conducta de otros, consciente o inconscientemente se utilizan técnicas basadas en principios como éstos:
  • Principio de reciprocidad. Regla de convivencia universal que beneficia al individuo y al grupo al tratar a los demás del modo en que ellos nos tratan. Es el principio al que se acogen esas promociones de supermercado en la que una persona nos da a probar un producto para hacernos sentir la obligación de comprar. Existen dos tácticas de influencia:
    • esto no es todo”, ampliamente utilizado en la venta, se trata de añadir algo adicional, un regalo, descuentos, etc, al servicio o producto original.
    • portazo en la cara” muy utilizado en negociaciones. Se empieza con peticiones elevadas que serán rechazadas con seguridad para ir rebajando a una petición menor, que será la aceptada. Se consigue infundir en el aceptante la sensación de que ha dominado la situación y por tanto, se le hace responsable de los resultados, con lo que su implicación será mayor. Eso sí, la primera petición no debe salirse totalmente del tiesto, ha de ser elevada pero razonable, sino, la técnica no funciona.
  • Principio de escasez. Valoramos lo más escaso o lo más difícil de conseguir. Cuando pensamos que nuestra libertad es menor, se acrecienta el deseo de recuperarla (reactancia psicológica). Es el principio que hace que las obras censuradas aumenten su atractivo, que la información prohibida se difunda y se le de más credibilidad y que haya colas en las Rebajas. En la venta se utiliza mucho lo de lanzar series limitadas, últimas oportunidades, o plazos cortos para conseguir una determinada oferta, producto o servicio ("la semana de oro", "el mes de los precios locos").
  • Principio de validación social. Continuamente buscamos la validación social. En situaciones ambigüas observamos la reacción de los demás antes de actuar (ver post sobre conductas de ayuda). Tendemos a hacer lo mismo que el resto. De ahí que se publiciten como  "el libro más leído", "la película más vista o "el programa con más audiencia". De ahí también la existencia de risas enlatadas en las sitcoms y la publicación de los índices de audiencia y de los sondeos pre-electorales. En la misma línea se encuentran los dos principios siguientes:
  • El pincipio de simpatía. Hacemos lo que hace la gente que nos gusta o nos resulta agradable, por asociación, aquí influye el fenómeno del condicionamiento clásico. Por eso los políticos aparecen con famosos, los personajes famosos anuncian el uso de algún producto, existen los almuerzos de negocios y funcionan tan bién los anuncios con humor o música. Recordemos: algo nos resulta más agradable cuánto más accesible es, más semejante a nosotros y más atractivo.
  • El principio de autoridad. Apela en este caso a hacer lo que nos manda alguien a quién por determinadas características acatamos como una autoridad, líder o experto. El sentido de la obediencia lo aprendemos desde pequeños y para que la autoridad sea respetada no hace falta ni que sea real, sólo que se perciba como tal. Simplemente el poseer ciertos atributos o símbolos que se han asociado a la misma es suficiente (de ahí la existencia de los uniformes, la importancia de los títulos académicos, etc). Es fácil ver cómo estos principios llevados al extremo pueden acabar en tragedia (sectas perniciosas con líderes mesiánicos, suicidios por imitación…).
  • Principio de coherencia. Se basa en la necesidad de ser congruentes ante los demás y ante nosotros mismos con respecto a las acciones previas y compromisos adquiridos. La coherencia evita la disonancia cognitiva. Hay tres técnicas basadas en este principio:
    • pie en la puerta”, consiste en hacer una petición trivial para después de ser aceptada, pedir algo mayor. A los niños no se les puede “engañar” con esta técnica. La combinación del pie en la puerta y el portazo en la cara, el principio contrario visto más arriba, ofrece interesantes resultados.
    • legitimar favores insignificantes. En este caso se hace una petición insignificante dotándola de una gran importancia (“sólo por un euro al mes, estarás ayudando a salvar del hambre a Africa….”). 
    • bola baja” o “bola base”, una vez que se ha tomado la decisión se empeoran las condiciones iniciales. A todos nos ha pasado que una vez hecha la decisión de compra, vemos cómo se incrementan los costes con servicios que pensábamos inicialmente que estaban incluidos en la oferta.
Por supuesto, hay que tener en cuenta que la efectividad de éste y el resto de principios depende del contexto y de las diferencias individuales. (El principio de validación social funcionará mejor en culturas de orientación más colectiva que individualista, por ejemplo).

Y un último e interesante apunte: cuanto más cree una persona en estar libre del poder persuasorio o de influencia, más fácil es que le afecten estas técnicas.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Setitas de huevo y tomate

Algo fácil para quedar bien en una cena un poco especial:

SETITAS DE TOMATE

Ingredientes:

  • Tomatitos cherry
  • Huevos de codorniz cocidos
  • Mayonesa

Preparación:

Tenemos que cortar un poco la punta de los huevos para que asienten. Cortar luego por la mitad los cherrys y vaciarlos. Se les pone un poco de mayonesa en el hueco para que al colocarlos encima del huevo que hará de "pie de la seta" se sostenga mejor. Sólo  hay que hacerle si se quiere las pintitas blancas con la mayonesa y la ayuda de un palillo. Yo espolvoreé el plato con orégano y albahaca para simular hierba y aportar algo más de decoración.

No tenía gnomos, pero el pitufito parece muy feliz.




miércoles, 7 de noviembre de 2012

Mantas de sofá

Nada más agradable cuando afuera empieza a hacer frío que arroparse con una mantita en el sofá mientras lees un buen libro en compañía de una taza humeante dé te. Es un momento realmente único. Y más, si la manta y los cojines los ha hecho una misma.

Técnica: ganchillo




En estas otras dos mantas de cuadros sólo colaboré, son obra de mi madre.


martes, 6 de noviembre de 2012

Servilletero de ganchillo

Técnica: ganchillo

Lo imposible

Hay un pensamiento que me ronda la cabeza desde el sábado, cuando fui a ver “Lo imposible”. No voy a comentar la película, sólo diré que me encantó, que lloré un montón y que hacía mucho tiempo que no experimentaba en una sala de cine, que al terminar la película, el público se pusiera espontáneamente a aplaudir. Solo por ser capaz de provocar de ese modo a los espectadores, independientemente de cualquier otra crítica, la película entra en una categoría aparte en el terrero de las películas memorables.

Pero el pensamiento que me persigue es que aunque me encantan las películas tipo “supervivencia” dónde el protagonista pasa por un montón de vicisitudes y logra vencer todo tipo de dificultades, siempre me provocan un poco de desazón, no puedo evitarlo. ¿Por qué? Porque independientemente de que me encanten esas historias, de que me identifique con esos personajes y llegue a quererlos y sufrir con ellos, en el fondo no puedo dejar de pensar que yo sería un personaje que siendo optimistas, no pasaría de los títulos de crédito (de los del principio).

¿Un tsunami? Pero si ni siquiera se nadar.

Yo sería una de las primeras víctimas sin nombre de una peli de asesinatos. Todos sabemos que están en la historia solo para que el asesino vaya calentando hasta llegar al enfrentamiento con los protagonistas, que ya cuentan con nombre y apellido. Porque los extras están ahí como los muebles, no tienen vida propia, sólo hacen bulto, no sienten ni padecen, no tienen pasado ni futuro, ni familia ni amigos.

Sería uno de los trabajadores anónimos de Jurassic Park que desde que ponen el pie en el bosque, están condenados a ser la merienda de Rex, dándole así tiempo a Sam Neill a ponerse a salvo, y de paso ligarse a la botánica.

Pero bueno, pensándolo bien, mis probabilidades de sobrevivir puede que no sean tan malas. Después de todo, yo nunca bajaría sola al sótano por la noche después de haber oído ruidos sospechosos, (ni con bate de base ball en la mano ni sin él), y menos si ya he visto que la mitad del vecindario o de mis amigos ha ido cayendo de manera creativa a manos de un psicópata asesino anónimo. Tampoco metería ni el dedo gordo del pie en un río, lago o charca que no conozca y menos si hay la más mínima sospecha de que haya pirañas, tiburones o tan siquiera ranas o moscas flotantes. Algo me dice que nunca estaré cerca del presidente americano (de ningún presidente si a eso vamos, como no cuente el de mi comunidad de vecinos, pero no creo que nadie quiera atentar contra el pobre). Nunca me iría a trabajar a un hotel aislado en mitad de la nieve, sin más compañía que una mujer chillona, un niño semi-autista y algún que otro fantasma. Ni se me ocurriría tratar de atravesar ningún desierto con la única compañía de una motocicleta que seguro que se me estropea y una cantimplora que seguro que pierdo en la primera duna. Y desde luego nunca intentaría dar la vuelta al mundo en globo. ¿Pero qué queréis que os diga? Si se acaba el mundo, no creo que yo vaya a ser la última superviviente. Por mucho que poder vagar a discreción por las tiendas vacías sea una fantasía algo más que secreta, seguro que los mutantes me cazan al minuto cero coma, sin haber tenido ocasión ni de probarme un Chanel auténtico.

¿Pero unas vacaciones familiares en Tailandia? Supongo que eso es lo que convierte a “Lo imposible” en una auténtica historia de terror.

Y a veces el humor es lo que nos queda para intentar olvidar lo frágiles que somos.

A mi "Súper" le ha salido un pobre

Pues sí, a mi "Súper" le ha salido un pobre, o más bien una pobre, porque mujer es, o eso parece que hay debajo de esas faldas largas y de tanta ropa. Antes no estaba allí, pero desde hace unos días la encuentras sentada en la entrada con la mano extendida, mientras cientos de clientes entran y salen por la puerta y pasan por su lado, indefectiblemente evitando mirarla.

Por lo general, cuando pasamos por delante de gente sin hogar  tirada en la calle, apartamos convenientemente la mirada, o miramos fijamente al frente mientras pasamos a su lado, como si fueran invisibles, Mirar algo es reconocer su existencia y mirar a una persona es dotarla de humanidad, así que evitando el contacto visual estamos diciéndole a nuestra conciencia que no hemos visto nada y que no hay nada por lo que preocuparse, podemos seguir caminando y olvidar tranquilamente el incidente. Lo que  no vemos no existe y evitamos así que nos perturbe. Es un mecanismo de defensa aprendido desde la infancia e incluso esperamos que funcione de modo bidireccional, es decir, si no nos miran, no estamos ahí. Todo el que ha intentado alguna vez evitar que un profesor nos preguntara algo en el aula mirándose fijamente los pies como si de repente hubiese descubierto que los tiene, sabe de lo que hablo.

Pero aún hay un segundo mecanismo de defensa. De acuerdo a la teoría de la disonancia cognitiva de Festinger, el ser humano busca la coherencia interna entre sus actitudes, creencias y conductas. Cuando hay algo que no cuadra, nos protegemos del entorno justificando y racionalizando nuestro comportamiento, aún a costa de mudar de creencias.

La teoría de la disonancia cognitiva de Festinger se encuadra dentro de las teorías de inconsistencia cognitiva, junto con la del equilibrio de Heider y la de congruencia de Osgood y Tannenbaum. Todas ellas tienen en común el asumir que la incoherencia o inconsistencia entre opiniones, actitudes o conductas provoca una situación de incomodidad en el individuo.  Ese estado es tan desagradable que nos obliga a buscar la coherencia mediante la justificación del comportamiento, incluso a costa de cambiar nuestras actitudes internas.

Si nuestras ideas o creencias no están en armonía con lo que hacemos nos sentimos tan mal que tenemos que generar ideas y creencias nuevas para reducir la tensión hasta conseguir que el conjunto encaje de nuevo entre si. Nuestro sistema de creencias debe ser coherente por lo que generamos nuevas ideas o modificamos las antiguas si es necesario. Básicamente no soportamos percibirnos como  personas incoherentes, supone tal coste psicológico que queremos resolver la disonancia modificando las actitudes internas para que coincidan con la conducta observable externa.

Según la importancia que demos a los elementos contradictorios, la disonancia será mayor. Todos conocemos la fábula de la zorra y las uvas. Lo que tal vez no sabíamos es que cuando la zorra, agotada tras los muchos intentos infructuosos por alcanzar un racimo de uvas, se marcha refunfuñando “bah, si total no estaban maduras..” está intentando recuperar la coherencia de su comportamiento. El fracaso es disonante, por eso debemos buscar maneras de disminuir esa disonancia y justificar nuestros esfuerzos. Lo coherente es recibir recompensa si se invierte un esfuerzo. Si eso no es así, se buscan mecanismos para resolver la incoherencia.  

Para resolver una disonancia, se utilizan varias alternativas.     
  • Cambiar uno de los elementos de forma que vuelvan a resultar coherentes (podemos cambiar el comportamiento o la creencia que resulta disonante con él).
  • Cambiar la importancia de los elementos (las uvas no son tan importantes)
  • Añadir nuevos elementos

El aspecto principal de la teoría de Festinger y que ha hecho de ella una teoría tan influyente, era que planteaba la posibilidad de cambiar las actitudes a partir de las conductas realizadas. Incide en el aspecto racionalizador del comportamiento por parte del sujeto.

Pero para que ésto se produzca, los sujetos deben tener la percepción de libertad de elección al realizar una conducta, es decir, sentirse responsables. Si estamos siendo obligados a hacer algo, no se produce esa tensión… Aunque paradójicamente éstos nos aporta otro modo de resolver la disonancia: si podemos llegar a autoconvencernos de que no estamos haciendo algo libremente nos descargarnos de responsabilidad y reducimos también así la inconsistencia.

La disonancia cognitiva explica la mayoría de los comportamientos que vemos a diario con una claridad meridiana, por eso es una teoría tan influyente.
  • Cuando hemos dudado en la compra de varios artículos, tendemos a valorar mucho más el objeto elegido una vez realizada la compra que antes.
  • Se puede llegar a justificar actos inmorales o deshonrosos pensando que son por obtener un bien mayor. (guerras, torturas…) 
  • Podemos evadir impuestos pensando que “ lo hace todo el mundo”
  • Algunos individuos pueden realizar pequeños hurtos en tiendas y pensar que “no están haciendo daño a nadie”.
  • Se puede justificar determinados actos de violencia culpabilizando a la víctima, con un “total , se lo merecía”.
  • Podemos decidir no hacer nada si oímos a nuestros vecinos gritar porque pensamos “que es normal que las parejas se peleen de vez en cuando”.
  • Cuando deseamos algo y no lo podemos obtener, acabamos criticándolo y quitándole valor. Lo mismo pasa cuando dejamos una relación, la persona que antes era un dechado de virtudes, ahora es un compendio de defectos.
  • Está mal mentir pero nos cuesta decir la verdad, así que lo llamamos mentira piadosa, “para que alguien no sufra” y mentimos sin sentir la disonancia.
  • Cuando vemos un programa sobre el hambre en Africa, podemos quitar el programa, para ignorar la información.
  • Exactamente lo mismo si el programa es sobre los efectos de fumar, el fumador decide cambiar de canal porque desea seguir fumando.
  • Otro ejemplo para los fumadores: rechazan las estadísticas pero aceptan siempre los ejemplos únicos que confirman su comportamiento: ("ese señor fumaba como un carretero y murió con 90 años").

Así que cuando fingimos no ver algo o cuando pensamos cosas como ¿para qué voy a ayudar a esa ONG, si seguro que el dinero no llega a su destino? O ¿para qué voy a ayudar a esa persona, si seguro que se lo va a gastar en alcohol, es un delincuente o seguro que detrás hay una mafia?, estamos aplicando sin saberlo los presupuestos de la disonancia cognitiva, justificando nuestra conducta de no ayudar, haciéndola consistente con la situación para recuperar el bienestar interno. Evitamos pensar en el individuo y lo llevamos al terreno de la generalización, mucho más seguro. Y si atendemos además  a los hechos que confirman nuestras creencias, frente a los que no,  sacándolos de nuestra memoria o del exterior, como las noticias negativas que confirman esos pensamientos, estamos reforzando aún más nuestra conducta.

Resumiendo, a mi "Súper" no solo le ha salido un pobre, sino que es un pobre disonante.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Bizcocho microondas

Este bizcocho se hace rapidísimo: el tiempo que lleva mezclar los ingredientes y 10 minutos de microondas. ¡No hay excusas! Una alternativa muy fácil para sustituir la bollería industrial del desayuno o la merienda por algo casero y por supuesto más sano.


BIZCOCHO MICROONDAS

Ingredientes:


  • 1 yogur de limón o de piña
  • 3 vasos de harina
  • 2 vasos de azúcar
  • 1 vaso de aceite
  • 3 huevos
  • 1 sobre de levadura

Preparación:

Se baten con varilla todos los ingredientes y se vierten en un tupper grande para meter al microondas a potencia máxima unos 10 minutos. Como depende del microondas, mejor poner poco tiempo y volver a meter si se necesita más. La manera de saber si está hecho es la de todos los bizcochos, pinchar con un palillo y si sale limpio, está listo.

En realidad, es muy parecida a la típica receta del bizcocho de yogur de toda la vida pero sin utilizar horno. Así que hice lo mismo que suelo hacer con el bizcocho tradicional: extender caramelo líquido en el molde y colocar rodajas de piña antes de verter la mezcla. Así, la piña queda por encima al desmoldar, y el caramelo le da un toque tostado y muy rico.  






Me pareció tan sencillo y tan rico que no pude resistir la tentación de hacer otro. Simplemente cambié el tupper-molde para que saliera con otra forma.


domingo, 4 de noviembre de 2012

Delantal para las pinzas

Otra de las ideas del cuso de patchwor que hice a principios de año: un mini delantal con un bolsillo para llevar las pinzas mientras colgamos la ropa. Una idea "cute", ¿no?

Técnica: aplicaciones de tela con festón.