Preñaditos fáciles

¡Y tan fáciles! Como que los he hecho con masa para empanadillas. Se me pasaron un poco de cocción en el horno pero no llegaron a quemarse. ¡Uf, por los pelos!

El relleno: rico choricito. 



Rollitos de calabacín en tempura

Realización:

Mi amor por el calabacín no conoce límites, sencillamente lo adoro, creo que podría comerlo hasta crudo. Aquí os dejo otra propuesta para sacarle partido.

En este caso he rellenado las tiras de calabacín de dos maneras, una clásica con jamón y queso en lonchas y otra con atún y sardinas en lata bien picadas y mezcladas con un par de cucharadas de salsa pesto que también me encanta y últimamente se la echo a todo (bueno, a "casi" todo). Para esta segunda opción he elegido queso de cabra.

Una vez hechos los rollitos, les he puesto un palillo para que no se deshagan, los he rebozado en la tempura y los he frito en aceite bien caliente. Es importante freir en pequeñas tandas y sacarlos a un plato con papel absorbente para escurrir bien todo el aceite sobrante.

Se pueden comer fríos pero la tempura está en su punto crujiente si está recién hecha y caliente.

Es la única pega de este pintxo, tenéis que hacerlo al momento de servir, sino, no está tan bueno.


Para la tempura:

Batir bien 2 yemas de huevo con un vaso de agua bien fría (es importante que todos los ingredientes estén fríos).

Añadir una lata de cerveza e ir incorporando unas cucharadas de harina. Cuidado con los grumos, mejor si tamizáis la harina.

Mi truco (totalmente improvisado): no tenía cerveza en casa y le eché una lata de tónica. ¿Quién dijo miedo?

Pintxo de champiñón envuelto en calabacín y jamón

Realización:

Extendemos sobre una loncha de jamón, otra bien fina de calabacín.

Enrollamos con ambas lonchas un champiñón al que habremos puesto un poco de orégano en el hueco que queda cuando quitamos el tallo (cualquier otra hierba o especia es admisible, siempre al gusto) y metemos al horno unos 15 minutos.

Sacamos y colocamos encima de una rodaja de pan untada con nuestro queso favorito. Yo en esta ocasión he usado crema de camembert. Pinchamos con un palillito y servimos. Un éxito.

"Nadie es más que nadie", Miguel Angel Revilla

Nadie es más que nadie by Miguel Ángel Revilla
My rating: 4 of 5 stars

Lo que me queda claro sin duda de este libro es que su autor escribe igual que habla. En estos tiempos dónde todos miden su discurso planificado es reconfortante escuchar las opiniones de alguien que no pone filtros entre su pensamiento y su voz, si acaso los que dicta el sentido común.
A veces demasiado demagógico, otras cómico, pero siempre interesante. Las ideas de alguien que ya está de vuelta de todo.

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Margarita africana

Pendientes de la reina

Fuchsia

Rosal silvestre

Patchwork para mueble de entrada

Pizza de calabacín y bacon

Fácil y rápido:

Sobre una base de pizza bien estirada, extendemos salsa de tomate y queso rallado del que más nos guste, cubrimos con tiras de calabacín cortadas con mandolina (para que queden muy finitas) y finalmente unas tiras de bacon por encima para darle ese regustillo tan rico.

¡Al horno 10-15 minutos y a la mesa!!

Fresa silvestre

Bizcocho de nata

Ingredientes:

• 5 claras de huevo
• 250 ml nata para montar
• 1 vaso de azúcar glass
• 1 vaso de harina tamizada

Preparación:

Por un lado montamos la nata en un bol bien frío y añadimos un par de cucharadas azúcar glass.

Por otro, montamos las claras de huevo en otro bol también muy frío. Cuando estén montadas, añadimos el resto del azúcar y poco a poco la harina tamizada, con movimientos envolventes para que las claras no se bajen. Finalmente incorporamos del mismo modo la nata montada.

Vertemos la mezcla en un molde rectangular de silicona y horneamos a 180º unos 30 minutos.

Antes de meter al horno, espolvoreamos con azúcar glass, así se formará un costra crujiente en la superficie.

La nata y el hecho de no utilizar las yemas de los huevos, consigue que el bizcocho sea de un color blanco espectacular.

El sabor también es increible, yo hacía tiempo que no probaba un bizcocho tan rico. Además todo el aire que se incorpora con el montado tanto de las claras como de la nata consigue que se cree una textura fabulosa y que sea realmente jugoso. Os lo recomiendo.

"Dos tumbas", Preston & Child

Two Graves by Douglas Preston
My rating: 3 of 5 stars

Esta es la última entrega de la saga del agente Pendergast y la última de la trilogía dedicada a la historia de su mujer, que suponemos es el comienzo de otra línea argumental que puede dar para otra trilogía como poco. Y así, de entrega en entrega, Preston & Child siguen enganchando a sus seguidores, aunque la trama argumental está tomando cada vez más el cariz de esas series dónde guionistas cansados ya no saben por dónde tirar para seguir manteniendo el espíritu inicial.

Poco puedo contar de este libro sin desvelar ningún spoiler, porque la historia va de sorpresa en sorpresa desde el capítulo inicial y aunque a veces pierda algo de ritmo o se enrede en historias paralelas que prácticamente sobran (todo lo relacionado con la pupila Constanza ya empieza a cansar) o en casualidades muy forzadas que tampoco vienen a cuento, lo cierto es que logra mantener el interés hasta el final. Eso sí, a base de giros argumentales demasiado efectistas y con una trama de fondo que a mí me pareció más propia de un capítulo de la maravillosa pero ya de la década pasada (¡cómo hemos cambiado!) "Expediente X". No pude evitar cierta sensación de "dejá vu", hay cosas que por mucho que se empeñen Preston & Child, están ya demodé.

Resumiendo, como en tantas cosas, a veces menos es más y creo que a los autores en esta ocasión se les ha ido un poco la mano y por querer "épatar" han conseguido el efecto contrario pasándose de rosca, por lo menos conmigo.

Eso sí, allí estaré en la siguiente entrega porque la fidelidad es así, se acaban perdonando los pequeños errores.

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Quiche de champiñón y cebolla

 

Para esta quiche, he sofrito un poco de cebolla en una sartén, le he añadido champiñones picaditos y unas pocas remolachas de bote también picadas.

En un bol batimos 3 huevos a los que añadimos 3 cucharadas de queso rallado  (en esta ocasión he utilizado parmesano). Mezclamos con el preparado de champiñones y rellenamos un molde forrado con la masa brisé. (Se puede hacer la masa, pero en este caso he utilizado una congelada, hay marcas muy buenas en el mercado, sólo tenéis que dar con la que más os guste).

Horneamos unos 30 minutos o hasta que la masa esté dorada.

Tarta de limón

Ingredientes:

• 100 gr. de galletas
• 50gr. de mantequilla
• 1 chorrito de vino dulce
• 4 vasos de harina de maiz
• Zumo y ralladura de un limón
• 8 vasos de agua
• 2 vasos de azúcar
• Queso de untar tipo philadelphia o bien queso quark
• 4 huevos
• 1 yogur de limón

  

Preparación:

Primero preparamos la base de la tarta con las galletas. Las tenemos que picar y mezclar con la mantequilla derretida y el vino dulce o licor que queramos. Con el resultado se forra un molde desmontable que metemos unos minutos al horno para que se endurezca un poco.

Aparte, se diluyen los vasos de harina en el agua y se pone la mezcla al fuego en un cazo batiendo sin parar hasta que hierva y espese. Fuera del fuego añadimos el azúcar y seguimos batiendo. Cuando haya enfriado un poco añadimos los huevos de uno en uno hasta que se incorporen totalmente y fnalmente hacemos lo mismo con el queso.

Vertemos el resultado en el molde forrado con las galletas y horneamos unos 25 minutos. Desmoldamos y dejamos enfriar.

Una vez frío, cubrimos con el yogur cremoso. Yo también le he puesto de adorno unas rodajas de limón cocidas en un poco de agua con azúcar hasta ablandarlas. También lo podéis adornar con mermelada o con almíbar. En algunas ocasiones, he visto una receta similar en la que terminan cubriéndo todo con merengue. Es otra opción, pero como a mí no me gusta el merengue, ni la contemplo.



"Pathfinder", Orson Scott Card

Pathfinder by Orson Scott Card
My rating: 3 of 5 stars

Rigg es un joven campesino de 13 años que tiene el don de ver los rastros del pasado de las personas. Al morir su padre, descubre secretos sobre su origen que le hacen embarcarse en una aventura en busca de la capital del Imperio. A lo largo de la historia somos testigos de como Rigg no sólo puede ver el pasado sino llegar a cambiarlo.

Una vuelta de tuerca más al tema de los viajes en el tiempo. Pero en este caso el autor embarca a los personajes en diálogos interminables acerca de las posibles paradojas temporales, haciendo que diseccionen al detalle todas las posibles implicaciones de cada una de sus acciones, con sus posibles consecuencias, alternativas, etc de un modo tal que al final llega a aburrir.

El Orson Scott que más me gusta es el de los relatos cortos. Cuando de novelas se trata, reconozco que excepto El Juego de Ender, que me pareció sublime, se me hace muy difícil aguantar todas las páginas sin un bostezo. En mi opinión, unos personajes que en vez de hacer, hablan de lo que hacen o de lo que van a hacer o de lo que han hecho, sólo detiene la trama. Es como si en una película, hubiera un voz en off que continuamente se limita a narrar lo mismo que se está viendo. En cine, el recurso de la voz en off ha de servir como complemento a lo que se narra visualmente, si no, es redundante y prescindible.

Estoy de acuerdo que en ciencia ficción sobre todo, un poco de explicación es necesaria, pero otros autores resuelven ese tipo de conflictos de manera mucho más constructiva, sin restar un ápice de interés a la acción, o directamente lo dejan a la libre interpretación del lector, que es otra opción nada desdeñable. Además, por mucho que se empeñe el autor, una paradoja es una paradoja, y si se pudiera explicar en su totalidad no lo sería, con lo que Scott Card habría resuelto problemas sobre los que científicos aún se devanan los sesos.

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Paquetitos de pasta brick dulces y salados

La pasta brick es muy versátil y permite la creación de platos muy vistosos de modo muy sencillo. Se trata de una masa de las denominadas "de hoja" , muy parecida a la pasta "filo" y se puede utilizar de una en una, o formando varias capas. Con ello se obtiene un envoltorio delicadamente crujiente, de sabor neutro con múltiples posibilidades culinarias.

Yo tenía unas obleas redodas y las he utilizado este fin de semana para hacer una versión salada y otra dulce.

Para la salada he cocido unas gambas y luego las he pasado por la sartén unos minutos con un poco de salsa de soja. Con esa mezcla he rellenado las obleas, poniendo un poco en el centro, y doblando a continuación los extremos opuestos uno encima de otro y después los dos restantes. Así queda un paquetito cuadrado. Para que queden bien sellados, hay que untar la oblea con la salsa del relleno o simplemente con aceite. Los he metido al horno con la parte de la doblez hacia abajo.

Tened cuidado que no se os rompa la oblea al mojarse, pero si pasa, como se pueden utilizar varias hojas, una sobre otra, tampoco sería tan terrible.

Para las dulces, el relleno ha sido una rodaja de queso de cabra y otra de membrillo. El queso de cabra va genial para estas preparaciones al horno porque es muy fundente pero no pierde textura ni sabor.

Es una masa muy fina que se hace muy rápido, en unos minutos está lista.

Para que quedaran doradas y crujientes por ambos lados, yo les he dado la vuelta en el horno a la mitad de la cocción.

"No molesten"

Técnica: témpera sobre madera.

 

 

"Stop a la ansiedad", Ricardo Ros

Stop ansiedad by Ricardo Ros
My rating: 4 of 5 stars

El mejor libro sobre la ansiedad que he leído nunca. Un genio, Ricardo Ros.

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Vestido gris y salmón

Tarta de manzana y almendra

Ingredientes:

• 80 gr. azúcar moreno
• 120 gr. mantequilla
• 3 huevos
• 200 gr. harina
• zumo y ralladura de 1 limón
• canela
• almendras molidas
• 2-3 manzanas reinetas
• 1/2 sobre de levadura
• 1 yogur

Preparación:

Se bate el azúcar con la mantequilla y la ralladura de limón y se añaden los huevos uno a uno. A continuación se incorpora la harina y un yogur.

Vertemos 2/3 de la masa resultante en un molde y cubrimos con gajos de reineta. Sobre estos gajos espolvoreamos canela al gusto y el zumo de limón y tapamos con la masa restante.

Por último cubrimos toda la superficie con almendras molidas y metemos al horno precalentado a 200º unos 30 minutos

Rosa rosae