martes, 3 de enero de 2017

Un dedito solo


Mi segundo cuento mágico surgió de una lágrima en la noche que se convirtió en sonrisa gracias al poder curativo de la amistad.



Un dedito cuando está solo llora porque se cree poquita cosa,
pero cuando está con sus hermanos,
tiene la fuerza de un puño, o de dos,
y la grandeza de una palma, o la de dos.

Un dedito cuando está solo tiene miedo a lo desconocido ,
pero cuando se abraza a sus  hermanos,
los monstruos salen despedidos.

Un dedito cuando está solo llora porque no sabe hablar,
pero con todos sus hermanos,
es capaz hasta de cantar y bailar.

Un dedito cuando está solo no sabe de matemáticas,
sin embargo con sus hermanos,
es capaz de contar, 1,2,3,4…

Un dedito solo no sabe cómo ayudar,
pero todos los deditos juntos pueden hasta volar, y además saben besar.










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