miércoles, 1 de marzo de 2017

Lo de siempre

¡Ay!, ¿por qué a mí? ¿por qué?
Estos ojos han visto las suficientes batallas
como para saber que nadie las gana,
que todo se pudre mientras el mundo enloquece.
Pero ¿por qué yo? ¿por qué?
En mis zapatos caminan todos los años:
los de la inocencia, los de la ceguera
y los del franco desengaño.

Si hubiera sabido lo que ahora se
¿qué es lo que habría perdido?
Una sonrisa falsa, aquí, un beso caducado allá,
cuatro momentos contados y un viaje iniciático.
Poco es para todo lo que yo di,
porque no queda ni un resquicio de mí
que con ojos cerrados no entregara
hasta quedarme vacía.

¿Por qué ahora? ¿por qué?

En la noche que ahora toca.





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