sábado, 12 de enero de 2013

Bandeja con mandalas

Hace tiempo imprimí de Internet unos cuantos mandalas para colorear. Hay muchas páginas con diseños muy atractivos. Los míos eran de un tamaño más bien pequeño, porque me apetecía ir haciendo varios en vez de centrarme en uno solo demasiado grande. También se venden libros con mandalas impresos en blanco (¡como los cuadernos de pintar de cuándo éramos niños!)

Los mandalas son utilizados desde tiempos remotos. Tienen su origen en la India y se propagaron en las culturas orientales, en las indígenas de América y en los aborígenes de Australia. En la cultura occidental, fue Carl G. Jung, quien los utilizó en terapias con el objetivo de alcanzar la búsqueda de individualidad en los seres humanos. Según Carl Jung, los mandalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente como el inconsciente. 

Estas figuras pueden ser creadas en forma bidimensional o tridimensional. Por ejemplo, en la India hay un gran número de templos realizados en forma de mandalas. Los diseños son muy variados, pero mantienen características similares: un centro y puntos cardinales contenido en círculos y dispuestos con cierta simetría.

El trabajo de meditación con mandalas puede consistir en:


  • Observación: con sólo sentarte en un lugar cómodo, lograr una respiración rítmica y profunda, y disponerte a observar algún mandala, puede llevarte a un estado de relajación y te sentirás más alerta ante los hechos que suceden a tu alrededor. El proceso de observación puede durar entre tres y cinco minutos.

  • Dibujo: se pueden dibujar mandalas o colorearlas. Normalmente se empieza por pintarlos. Hay que instalarse en un lugar tranquilo (con o sin música) y elegir los materiales con los que más cómodo estés (pinturas, rotuladores, ceras, acuarelas...). ¡Y a pintar! El resultado dependerá del tu estado de ánimo y de lo que el mandala que estés pintando te transmita. Dicen que si crees que necesitas ayuda para exteriorizar tus emociones, puedes colorearlas de adentro hacia fuera; si por el contrario, quieres buscar tu centro, hay que pintarlas de afuera hacia adentro. 


Beneficios de dibujar o pintar mandalas:


  • Comienzo de un trabajo de meditación activa.
  • Contacto con tu esencia.
  • Te expresarás mejor con el mundo exterior.
  • Ayuda a expandir tu conciencia.
  • Desarrollo de la paciencia.
  • Despertar de los sentidos. Verás tu entorno con otros ojos.
  • Empiezas a escuchar la voz de tu intuición. 
  • Te aceptarás y te querrás más.
  • Te curarás física y psíquicamente.



Me he dado cuenta que curiosamente los primeros que coloreé los hice en enero del año pasado y estos días he retomado la carpeta dónde los tenía guardados y he seguido con los que tenía pendientes (¿casualidad?, ¿tiene algo que ver con el comienzo de un nuevo año?).

El caso es que aunque disfruto pintándolos, no sabía muy bien qué hacer con ellos o si darles alguna utilidad. El otro día mirando esta bandeja que me regalaron mis amigas hace un par de años y ¡que he utilizado un montón!, pensé que podía darle un nuevo aire pegando algunos de ellos y éste es el resultado. Por encima puse cristal para que pueda seguir usándose sin problemas.

















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